Aunque la paz tarde, en llegar a tus días,
sintiendo la agonía de no resistir
y el puñal que llevas, clavado en tu pecho,
remueva despechos que están sin curtir.
Aunque veas que el mundo, se cae en pedazos,
que ya no haya abrazos, para consolar,
no bajes los brazos, sigue la osadía ,
de entregar la vida, sin mirar atrás.
Sigue repicando como una campana,
que un golpe certero la hace estremecer,
que siente estallar toda su estructura,
pero eso no impide, blandir su tañer
.
Y descubrirás, que eso que lastima,
lame hoy tus heridas, ya, sin lesionar,
veras que la vida, solo, es un retazo,
en el cuál tú debes, bordarle, tu andar.
07/05/2016
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