Mis mejores tardes desnude contigo
y fue nuestro nido, lujuria, pasión
y fueron los besos próvidos destellos,
que la telaraña de amor atrapo.
Y fueron testigos las cuatro paredes,
cómplices guardaron toda la efusión,
trémulas callaron incansables horas,
donde la premura nunca gobernó.
Adonde el amor fue el agasajado,
con tibias caricias, besos, donación,
transformando tardes de pleno descanso,
en locas quimeras de juego y acción.
Mis mejores tardes las ligué a tu cuerpo.
quedé sin aliento, me hizo revivir,
sintiéndome brioso potro desbocado,
terminé enlazado, manso, en tu redil.
11/09/2020
La hora de la siesta. Para los que somos del interior, es la hora de hacer un parate para reponer fuerzas. Para compartir con quien está a nuestro lado. Para alimentar la pareja.
Que romantico, sensual, y apasionado, tu poema de recuerdos . Solo el amor puede despertar a los aburridos, los medio muertos, los demasiado cansados, y revivirlos como una primavera después de un invierno largo y congelado.
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Gracias Karima!! Así es, bien dices, el amor todo lo puede!! gracias por dejar tu comentario Abrazos.
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Muy bueno
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Mil gracias!! Abrazos
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Precioso y sensual.
Antes y después hay que poner o reponer fuerzas para darlo todo y luego dejarse uno o una relajarse después del éxtasis sensual y sexual.
Fran y María.
María, te digo tú escritura tan bella.
Un abrazo otoñal.
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Gracias María!! Así es, hay que darlo todo. Abrazos
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