Cuando a mi vida la creía hecha,
cuando disfrutaba de la soledad,
cuando los horarios no eran el problema
y el día pleno se hacía fugaz.
Cuando ya creía haber dado todo
y que mucho más no podría dar,
llegan estos nietos, te carpen la tierra
remueven las hojas que secas están.
Te roban el sueño, pero te dan brillo,
aquel que los ojos no han de ocultar,
de ver todo un mundo, pequeño, sumido,
en un cuerpecito que reclama amar.
Y van con sonrisas regando tus días,
de abrazos sinceros llenos de bondad,
sus manitas buscan aferrar las tuyas
y sembrar recuerdos de posteridad.
Y un simple cuento llega a hechizarlos
y una monería atrapa su andar,
e impulsivos besos cada nuevo día
expresan que nunca ¡los has de olvidar!.
Así son los nietos, los locos bajitos,
te llenan de gritos apenas están,
pero se extrañan cuando el silencio,
retorna enfadado, a la paz del hogar.
15/11/2020
El oficio de abuelo… ¡cuánto placer! ¡Cuántas gratificaciones nos deja! ¡Cómo nos revive! Se recibe mucho más de lo que se da. Y la paga es de contado y en el momento, un beso, un abrazo, un “te quiero mucho abu” Se disfruta a pleno, porque no es necesario educar (si bien a veces se hace), lo importante, es acompañar, estar y dedicar tiempo.
Muy bellos tus pensamientos sobre ser un abuelo…!❤️
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Gracias Karima!!! Con los nietos se logra la plenitud que no se consigue con los hijos. Porque hay que educarlos, poner limites, el trabajo, las preocupaciones diarias,. En cambio los nietos nos agarran en otra etapa de la vida, más pacientes, más tolerantes, con más tiempo.Abrazos
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Perfecto…yo entiendo…se puede disfrutarlos más!Muy lindo tu poema
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Gracias nuevamente. Abrazos
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Deseando poder sentirlos y disfrutarlos. Gracias por compartir!!! Besosss
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Todo llega! Gracias por dejar tu comentario: Abrazos
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