La amistad,
“esa moneda de cambio”
con la que se comparte con otro parte de la vida,
afectos y sentimientos.
Hay de diferentes tamaños,
a veces se entrega la de mayor valor…
el sentirse acompañado, comprendido,
seguro como con un lazarillo,
lleva a brindarse, de cuerpo y alma
aunque en ocasiones se recibe a cambio
sólo una limosna.
Las hay que cuentan los centavos que se dan,
la relación es fría, tensa, calculadora, especuladora,
más por conveniencia que por elección,
es más comercial que afectiva.
Están las que sujetan sueños,
es como arrojar la moneda
a la fuente de los deseos pidiendo algo.
llevan como estandarte la amistad,
pero están hechas a mano
con paciencia, dedicación, tolerancia, empatía,
buscan algo más sublime,
más comprometido,
transformarla en amor.
Otras veces el que la recibe
la deja caer, rodar calle abajo,
no reconoce ni aprecia su importancia,
es más, le molesta que marque valores,
conductas erróneas, ética y límites.
Se deslumbra con falsos cofres de tesoros,
se deja arrastrar por vicios, pasiones
y termina encallada como velero arrollado por un huracán.
Son las que más abundan.
Pero hay monedas de cambio
que ven acrecentar su valor día a día,
como si la colocasen en un fondo de inversión,
llevan respeto mutuo, tiempo, comprensión,
aceptación, dedicación y humildad.
Son difíciles de encontrar
son las que alegran la vida,
ayudan a crecer, a ser mejores,
a disfrutar la verdadera amistad.
La amistad. O la mal llamada amistad. Hoy conviven en un mundo tan versátil, tan descreído, tan vertiginoso, que se pasa del amor al odio y viceversa en segundos. Los que hasta ayer creíamos eran amigos, hoy no lo reconocemos, no entendemos sus actitudes, sus cambios. Y nos quedamos perplejos y pensativos, si la moneda de cambio que entregamos verdaderamente era la correcta. Si no fuimos un tanto egoístas, o en su defecto dadivosos. Aunque a decir verdad… sí lo sabemos
Un amigo es el que perdona nuestros errores,
nos abraza cuando sufrimos,
nos conforta cuando nos fallan las fuerzas,
nos escucha cuando tenemos que liberar el alma,
nos acompaña en los silencios,
nos mira e intuye como estamos por dentro,
¿cuántos hay así? desgraciadamente muy pocos.
Si al menos tuviera uno…
Abrazos.
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Tal cuál Estrella!! Hay muy pocos, a veces ni siquiera uno tenemos. Abrazos
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La importancia, el valor y la necesidad de La amistad es un tesoro que yo busco también.
Abrazo con amistad.
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Gracias María!!! Así es, es un tesoro que muy pocos pueden encontrar a pesar de buscarlo. Igualmente para ti fuerte abrazo en la amistad
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