La lujuria atrapó al mundo,
como gigante a un guijarro
y moliendo va las almas,
de aquellos que hace esclavos.
Los lleva súbitamente
al sexo desenfrenado,
donde el placer es el rey
y el amor ha caducado.
Donde todo es permitido,
donde no existe el pecado,
donde aporta la pasión
gran parte de su descaro.
La lujuria… la lujuria…
¿cuántas vidas ha condenado?
¿cuántos perdieron el rumbo?
¡por el placer cautivados!.
La que no posee límites,
la que al pudor ha matado,
la que cree ser feliz
por carnal deseo aplacado.
Y lo que ayer era amor,
hoy solo es campo minado,
la insatisfacción perdura
en trofeos no alcanzados.
Y entre lujuria y amor
un abismo hay demarcado,
uno alimenta los egos…
¡el otro! Al amor donado.
23/02/2023
La lujuria, la que tantas veces en nuestros días se la confunde con el amor. Cuando una, sólo busca el placer personal, mientras que el otro el goce y la entrega mutua. Una cada vez necesita más placer para lograr la satisfacción personal, el otro goza con la satisfacción del amado.
Yo también creo en el abismo que hay entre la lujuria y el amor. El interés por la otra persona, en la lujuria, es efímero y dura lo que tarda en satisfacerse a sí mismo o así misma. Todo lo contrario, como muy bien dices, lo que es el amor. Un abrazo, amigo!!!
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Gracias querida amiga!!! Así es, ese es el abismo al cual me refiero. Pura satisfacción personal y esa sensación de vació que deja una vez satisfecho el deseo. Siempre hace falta más. Abrazos y buen comienzo de semana
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