¡Bodas de rubí!. (N° 664)

¿Y el amor?… ¡nos lo dió todo!

embriagó los sentimientos,

nos vistió con su coraza

e hizo amantes perfectos.

De la noche a la mañana,

nos enseñó a respetarnos,

a cuidarnos, bendecirnos,

a ir aceptando los cambios.

A saber que lo importante

era amarnos sin herirnos

y perdonar los errores,

descubrir somos distintos.

A amalgamar nuestra herencia

que de la cuna trajimos,

a cultivar tolerancia,

la paciencia y el oído,

a donarnos mutuamente,

darle a la vida un sentido.

Y aunque hubo tempestades,

mucho más hubo días calmos,

las primeras nos unieron

los otros los disfrutamos. 

Y si algo valoramos

es no haber cerrado puertas,

siendo el respeto ese pan

que pusimos en la mesa.

Y lo que ayer eran sueños

hoy ya es historia escrita,

¡llegamos a los cuarenta!

disfrutándonos en vida.

De un amor que aún siendo niños

supo acatar la premisa,

de preservar los valores…

sin deshojar margaritas.

04-1983 – 04-2023

27/02/2023

www.sercan455.wordpress.com

A días de cumplir un nuevo aniversario y en un mundo cada vez más descreído del amor, de la convivencia, tan lleno de egoísmos, intolerancia, falto de empatía, llegar a cumplir cuarenta años de casados y con ganas de muchos más, considero que es toda una hazaña y osadía. Y por si esto fuese poco… siete años de novios. (siempre digo que éramos dos niños con mil sueños en las manos) Cuando nos preguntan como hicimos para sobrevivir tantos años y llevarnos como nos llevamos, respondo: Nacimos en una época en que no existía, ni el reciclable, ni el descartable… las cosas se arreglaban. De todos modos considero que la receta es: el respeto mutuo, empatía, diálogo permanente y una buena cuota de amor y humor diario. Escuche una vez a un párroco decir “en el matrimonio, cuando se termina el humor comienza el campo de concentración”

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