Senectud  (N° 688)

Soy un libro viejo

que pierde sus hojas,

cuaderno sin letras

que ayer escribí.

Desconozco todo

lo que me rodea,

y pena de aquellos

que cuidan de mí.

Mi mente es un lago,

profundo, abismado,

lleno de vacíos

que dicen viví,

recuerdos sombríos

que a veces se acercan,

danzando entre escombros

hasta extinguir.

Algunos destellos

de hechos recientes

efímeros, frágiles,

me han de visitar.

Pero se esfuman

por un largo tiempo,

cuando reaparecen

vuelvo a despertar.

Dejan a su paso

orfandad sin penas,

la angustia es ajena,

no la he de sufrir,

vivo de recuerdos

y no del presente,

que ausente pasea

delante de mí.

23/28/2023

Con el paso de los años nuestro cerebro se va atrofiando. Nuestra memoria se torna más escasa, y en algunos casos solo recordamos vagamente hechos de nuestra juventud. La demencia senil, el Alzheimer, son algunas de las enfermedades que acompañan este proceso.,

6 comentarios en “Senectud  (N° 688)”

Deja un comentario